Al ser el recurso natural no renovable que aporta el mayor porcentaje del total de la energía que se consume en el mundo entero, el petróleo es considerado una de las fuentes de energía más importantes de la sociedad actual. Adicionalmente, su importancia radica en la alta dependencia que tienen las naciones por este recurso desde sus primeras aplicaciones industriales a mediados del siglo XIX.
En ese sentido, la inestabilidad que caracteriza al mercado internacional y las variaciones en los precios, han llevado a la industria a estar pendiente de las nuevas proyecciones y establecer estrategias de adaptación para mantener un desarrollo positivo en todos los escenarios posibles. Durante la pandemia del covid-19, se redujó significativamente la demanda del petróleo global en al menos 18 millones de bpd, según cifras de la Energy Information Administration.
No obstante, en el último año el panorama se convirtió en uno más alentador, logrando recuperar su consumo. Por ahora se prevé que supere los niveles de 2019.
Nuevas perspectivas en el mercado global
- Durante gran parte de este año, la OPEP ha incrementado la producción de petróleo para eliminar los recortes récord aplicados en 2020 después de que la pandemia redujo la demanda.
- De acuerdo a la OPEP, se estima una previsión de crecimiento para 2023 en 2,7 millones de bpd, donde los países líderes productores son Arabia Saudita y Nigeria.
- Además, se espera que el precio del petróleo crudo se estabilice en un promedio de USD 74 por barril en 2022, antes de descender a USD 65 por barril en 2023 a medida que se recupere la producción mundial.
- Finalmente, otro factor que influyó en el crecimiento del rubro, es el alza de los precios del gas natural, lo que aumentó la demanda de petróleo para fines de calefacción y generación de electricidad
Es así que, el consumo del oro negro es importante para muchos países debido al rol determinante que genera en el poder económico y político. Por esta razón, buscar alternativas para una vida prolongada de este recurso, frente a las diversas situaciones adversas que puedan presentarse, es fundamental dentro de las empresas del sector, así como de los países interesados en el recurso. Sin embargo, pese a las fluctuaciones del mercado, las proyecciones futuras que le esperan a la producción petrolera son positivas y una oportunidad de crecimiento clara es su transformación hacia modelos híbridos más sostenibles.