El precio del petróleo pesado depende en gran medida del costo asociado con la calidad del crudo y la calidad deseada del producto mejorado. En pocas palabras, a medida que disminuye la calidad del petróleo crudo, se necesita más energía para convertirlo en el mismo producto de calidad en términos de los proceso de extracción o durante su refinación.
Aunque la industria generalmente ha discutido varias alternativas involucradas en la recuperación y actualización en términos económicos, existe una relación entre el consumo de energía, la eficiencia energética y la rentabilidad del proceso; dejando en muchas ocasiones al crudo pesado en un clara desventaja versus los crudos livianos y medianos.
Un barril de petróleo pesado cuesta el valor de su producto derivado comercial (crudo sintético). Por lo tanto, el valor del petróleo pesado está directamente relacionado con el precio del crudo mundial y compite con los crudos compatibles comunes en América del Norte (West Texas Intermediate) y Europa (Brent). Esta es una comparación injusta debido al enorme volumen de reservas a nivel mundial de petróleo pesado y la cantidad de derivados que se pueden obtener.
En ese orden de ideas, el valor energético neto del petróleo pesado toma en consideración la energía total requerida en cada etapa del proceso productivo hasta su refinación. En términos matemáticos, la energía neta disponible del petróleo pesado es igual a la energía bruta del petróleo pesado menos la energía total requerida para producirlo como producto vendible. En resumen, las principales etapas involucradas son:
- Generación de vapor, quemando gas natural, para inyectar vapor en el fondo del pozo
- Bombeo de mezcla de crudo pesado y agua
- Separación y tratamiento de fluidos
- Producción y manejo de diluyente para hacer una mezcla de crudo de menor densidad.
- Derivación en crudo sintético (en el caso de mejoramiento)
- Control de emisiones de Gases de Efecto Invernadero
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